Diez en Europa, más de 20 en el mundo. Cuarenta, si se incluyen a todos los Estados de la Commonwealth. La monarquía como forma de Gobierno sigue vigente sólo en una minoría de países de los cinco continentes, pero en muchos casos goza de un amplísimo apoyo popular. En otros, como el español, los escándalos han contribuido a que ya no sea tan apreciada.
El Confidencial ofrece un repaso de las más relevantes monarquías propiamente dichas, sin incluir, pues, ni sultanatos ni califatos.
El Rey Juan Carlos ha mantenido durante su reinado una estrecha relación con los monarcas del Golfo Pérsico. El rey de España ha reforzado los lazos de la diplomacia española pero también los comerciales en la pujante región petrolera. El pasado árabe-musulmán de España queda reflejado en el caso de la Corona Española en uno de los títulos del monarca, el de “rey de Jerusalén”, que se remonta al siglo XVIII.
“Mantengo una profunda y duradera amistad [con Su Majestad el Rey Juan Carlos], hacia quien tengo un gran respeto y estima”, confiaba el rey Abdalá de Arabia Saudí durante una entrevista con este en vísperas de su visita oficial a España en 2006. La misma frase podrían suscribirla el resto de los monarcas árabes. Más allá de la cortesía diplomática, la sinceridad de esas palabras se ha reflejado a lo largo de los años en las visitas no sólo oficiales sino también privadas que las familias reales han intercambiado. Pero ¿se han traducido esas buenas relaciones personales en beneficios tangibles?
