El polifacético artista de 74 años falleció el lunes, según las primeras investigaciones, tras caer por las escaleras de su domicilio en Suiza
Su mezcla de gótico industrial con fuerte carga erótica, de carne y metal, ha ejercido una influencia determinante sobre la cultura popular
Hans Ruedi Giger nació en la localidad suiza de Chur en 1940, una región montañosa e idílica que se reconoce por ser de las más bellas de la Tierra. Sin embargo, algo oscuro inspiraba el subconsciente del pequeño Hans, que se materializaba en pesadillas y ataques de pánico. Más tarde, tras estudiar arquitectura en Zurich, toda esa inspiración se convirtió en el germen de lo que es y será la marca de la casa HR Giger.
Algunos le definían como el Miguel Ángel de lo esotérico y lo alienígena, pues se prodigó en todas las disciplinas donde le fue posible plasmar sus diseños. Desde las láminas en tinta y óleo, hasta una arquitectura insecta, pasando por la ebanistería más tétrica y varias colaboraciones con el cine y la música. Todos le conocerán por ser el artífice de uno de los monstruos más célebres de la gran pantalla, la criatura Alien. Pero el universo HR Giger abarca mucho más y su imaginario ha generado una corriente que impregna toda la cultura popular y que algunos académicos llaman gótico contemporáneo.
Cine, Giger y Rock&Roll
Una de las patentes de Giger fueron los perennes detalles fálicos que introducía deliberadamente en sus obras. Muchos de estos símbolos provocaron algún que otro desencuentro con los pesos pesados de sus colaboraciones, como con Ridley Scott. Los huevos 'vagina' de Alien o la lengua -como no, fálica- del extraterrestre fueron censuradas de los bocetos iniciales, lo que provocó un profundo descontento en el artista y su consiguiente negativa a muchos de los proyectos sucesivos.
La otra razón escondida, pero conocida a voces, es que Hollywood le ofreció una cantidad ínfima de dinero por su colaboración en las secuelas, por lo que David Fincher, James Cameron y Jean Pierre Jeunet eligieron contratar a un imitador barato que continuara la saga sin molestar. El único que le recuperó del olvido en la Meca del cine fue de nuevo Scott que, quizá reconcomido por su deuda insatisfecha, contó con el suizo en la -supuesta- precuela de la saga, Prometheus. Aún así, Giger ha fallecido dejando una gran deuda con los bancos. Como en el caso de muchos otros artistas visionarios, su relación con la industria no fue ni justa, ni feliz.
Pero antes que Alien, HR Giger ya era un artista de referencia en la sombra a través de los diseños de las portadas algunos de los mejores discos de la cultura pop como el Brain Salad Surgery de Emerson Lake & Palmer. Sin embargo, siempre se le recordará por su colaboración con Debbie Harry, la cantante de Blondie. Corrió a su cargo el boceto del álbum KooKoo y el rodaje de algunos de sus angustiosos y fantásticos videoclips, además de prepararla para su papel en la más gigeriana de las películas donde no colaboró: Videdrome, de Cronenberg

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